No tengo paciencia para los niños y niñas
- jhosiematiasmirand
- 2 oct 2020
- 3 Min. de lectura
He escuchado mucho la frase “no tengo paciencia para los niños y niñas, por eso no me gustan”.
La mayoría de las personas piensan que todos quienes nos dedicamos a la enseñanza de niños y niñas tiene que tener la paciencia como un atributo a su personalidad, para luego poder trabajar con ellos. Esta afirmación es incorrecta. No podemos afirmar que todas las personas dedicadas a la educación y formación de niños y niñas tienen o deban tener paciencia. Muchos de nosotros podemos ser excelentes profesionales sin tener esta virtud.

Para desenredar este asunto primero comprendamos la palabra paciencia. Esta se define como la calma o tranquilidad para esperar. Entonces, ¿la paciencia sería una buena virtud que tiene que caracterizar a una educadora o educador?.
Cuando los niños o niñas se encuentran molestos, irritados o frustrados por alguna razón, su reacción más común es hacer rabietas, berrinches, llorar o incluso la combinación de todo lo mencionado y es en ese momento como papá, mamá o maestra sientes esa confusión de sentimientos, e intentas hacer todo lo posible por calmar al niño o niña, en especial si te encuentras es un espacio público. ¡Qué bochorno! Pensamos.
La vergüenza que sientes por no saber calmar a tu hijo o hija es abismal. Quizás muchas de las veces perdiste el control y tuviste que gritar o alzar la voz con tu niño o niña. Ahora imagínate una clase de 20 niños y niñas y sus rabietas. Asumes que tienes que ser “paciente”, ¿lo que significaría solo esperar con tranquilidad a que las cosas pasen; para salir de ese inconveniente?
No es tan fácil como parece. Si un adulto solo espera sin hacer nada, puede aumentar el berrinche del niño o niña. ¿Entonces que se necesita para calmar a un niño o niña cuando tiene estos berrinches?
Necesitamos de auto control, primero tenemos que conocernos a nosotros mismos. Conocer lo que nos irrita, qué acciones nos hacen perder el control, cómo reaccionamos ante una situación incómoda, etc. Al conocernos, tomamos conciencia de lo que tenemos que mejorar y hacer algo para cambiar.
Al lograr auto control de nuestros sentimientos, emociones e impulsos, nos volvemos seres más inteligentes emocionalmente, porque aprendemos a usar estrategias de auto control.
Te mencionamos algunas estrategias que te pueden ayudar a estimular tu inteligencia emocional.
Conocerte a ti mismo.
Aprende a controlar tus impulsos.
Contar hasta el 10 en tu mente puede ayudarte a aclarar tu mente y tranquilizarte, para después tomar acciones.
Pide ayuda a un profesional si sientes que no puedes controlar tus emociones.
Una vez que logres el auto control de tus emociones e impulsos ¿Cómo podemos actuar con el niño y niña?
Después de tener auto control de tus emociones, ponte a la altura de tu niño o niña pregunta con voz tranquila ¿Por qué estás haciendo rabietas? y trata de comprender su punto de vista. Si sabes la razón, dile que lo entiendes y comprendes sus sentimientos y vas a esperar a que se calme, después podrán hablar y llegar a un acuerdo. También hazle saber a tu niño o niña como te hacen sentir sus rabietas y que no está bien comunicarse de esa manera.
El que tú estés tranquilo y le hables con firmeza le transmitirá tranquilidad a tu niño o niña, recordemos que los niños y niñas tienen un alto porcentaje sensitivo y receptor. Además le estamos mostrando como manejar sus frustraciones y disminuir sus berrinches.
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